El Lago de Chapala, joya natural de Jalisco y vital fuente de abastecimiento para el Área Metropolitana de Guadalajara, enfrenta una alarmante sequía. Misma que ha reducido su nivel hasta un preocupante 38 por ciento de su capacidad, según informes recientes de la CONAGUA.
Cabe destacar que este lago es uno de los más grandes en México, por lo que su situación refleja lo alarmante de la sequía en el territorio nacional.
Esta marcada disminución, que contrasta con el 53 por ciento registrado apenas un año atrás, desafortunadamente también ha desencadenado una crisis en el turismo local.
Desde el Malecón de Chapala, los comerciantes y lancheros lamentan el impacto devastador en sus negocios. Ya que sin agua, no hay muchas actividades que sostengan el atractivo del lugar.
Alfredo Sánchez Pérez, lanchero de la zona, describe cómo la escasez de agua ha reducido drásticamente las actividades turísticas.
«En días buenos hacemos uno o dos viajes, pero en días malos, a veces no hacemos nada. Está triste»
La sequía no solamente afecta a los lancheros, tampoco se pueden hacer actividades acuáticas
La falta de agua no solo afecta la oferta turística de los paseos en lancha, sino que también ahuyenta a los visitantes que acuden a disfrutar de las vistas al lago y las actividades acuáticas.
Cristian, un comerciante del Lago de Chapala, expresa su preocupación: «Sin agua, Chapala no es grande. Está en crisis, muy sola. Si no llueve pronto, será aún más difícil».
El deterioro del lago no solo amenaza el sustento económico de los locales, sino que también pone en riesgo un ecosistema vital para la región.
La comunidad espera con ansias un cambio en las condiciones climáticas que revierta esta situación crítica y permita la recuperación de uno de los atractivos naturales más emblemáticos de México.