La capital de la República Checa es sin duda una de las ciudades más infravaloradas de Europa. Pero también una de las más interesantes, hermosas y con un montón de secretos que puedes descubrir.
La República Checa es un país eslavo con una historia muy rica, fue un país muy golpeado por la segunda guerra mundia y después tuvo un regimen socialista.
Además, tiene una historia cultural muy rica, con muchos escritores, en los que destacan Franz Kafka y Milan Kundera.
Además cuenta con joyas arquitectónicas del periodo gótico, es conocida por su cerveza local y porque tiene apertura al uso de drogas recreativas.
Lo cual, ha hecho que el flujo de turistas que no se comportan tan bien, crezca notablemente. Si quieres conocerla aquí te dejo algunos tips.
Huye de la cerveza embotellada
En Praga la cerveza se sirve en recipientes de mínimo medio litro, además no se toma muy fría.
Sin embargo, si en el lugar en el que estás quieren dártela embotellada, ten por seguro que no es verdadera cerveza checa.
La cerveza checa se guarda en barriles de acero y generalmente se fabrica en las propias tabernas.
Visita los puntos turísticos en horas no pico
Debido a la alta afluencia de turismo Praga suele llenarse de gente en los puntos más turísticos.
Por ello, lo más recomendable es que visites lugares como la Ciudad Vieja, el reloj gastronómico muy temprano en la mañana o hasta en la madrugada.
Ten cuidado con cambiar dinero en cualquier parte
La República Checa no es parte de la eurozona, por lo que olvídate de usar euros. Si quieres cambiar algunas coronas (que además son monedas y billetes muy bonitos), ten cuidado con elegir una casa de cambio en la que no haya tasas de cambio excesivo.