Uno de los grandes obstáculos para ir de viaje es justamente el miedo a volar, el terror que le tienen algunas personas a subirse a un avión. Y aquí te explicamos por qué pasa esto.
El miedo a subirse a un avión es uno de los más comunes, se llama aerofobia y cada año impide que millones de personas en el mundo puedan viajar.
Al menos un 30% de la población a nivel mundial lo padece, sin importar edad, género o grado de estudios.
Estudios advierten que no es el miedo a volar en sí mismo, sino varios miedos que hay debajo.
Silvina Bucci, del centro de psicoterapia TEAM-CBT México, y Lionel Epsztein, psicólogo, coach y socio de Poder Volar México, señalan que no existe una causa única para la aerofobia.
Muchas veces este miedo se adquiere en la familia, donde se escuchan historias sobre los peligros de volar, malas experiencias sobre turbulencias o accidentes aéreos.
FACT: Una de cada 4 personas sufre de aerofobia (miedo a volar) aunque no lo acepte. pic.twitter.com/2QK1JWVtiW
— Datos Aeronáuticos ◽ (@CapLaloVargas) September 8, 2022
¿De dónde sale y quién alimenta nuestro miedo a volar?
También es cierto que hay un excesivo número de noticias sobre accidentes de aviones y los miedos suelen exagerar las cosas, lo que influye en el miedo de las personas.
Y por otro lado es real que cada vez hay más tecnología en los aviones para prevenir accidentes, sistemas de seguridad y protocolos para que estas cosas sucedan al mínimo posible.
Hay estudios que sugieren la combinación de varios miedos para llegar a la aerofobia, como la claustrofobia dentro de la cabina de un avión, el miedo a las alturas o a sentirse atrapado.
Expertos coinciden en que la terapia es fundamental para superar esto, ya que es importante abordar las causas de la fobia hasta que la persona sea capaz de subirse a un avión sin que le genere un ataque.
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