República Checa tiene innumerables destinos turísticos, pero hoy los conoceremos desde otra perspectiva: sus estaciones de tren, en donde miles de viajeros han pasado en caminos a sus destinos, sorprendiéndose con los paisajes de #DestinoChequia.
Conoce estás hermosas estaciones de tren de Chequia y arma tu próxima ruta para viajar por ellas.
Estación de tren de Lednice
Esta es una de las estaciones más mágicas de la República Checa, tanto que incluso ha sido protegida por la Unesco. Su estética te transporta a su fecha de construcción, a finales del siglo XIX, un viaje en el tiempo favorecido por el hecho de que solo pasen por ella trenes históricos de vapor. Aunque solo circulen en verano, sigue mereciendo la pena acercarse para admirar su maravillosa fachada cubierta de cerámica. Es, sin duda, una excusa perfecta para visitar Lednice, una ciudad de Moravia del Sur que sorprende también con un magnífico palacio gótico, jardines y balnearios.
Estación de Nemilkov, lo más parecido a un hogar
Rodeada de árboles, la estación de Nemilkov da la bienvenida al viajero como si fuese un impecable anfitrión con un hogar en perfecto orden de revista. La preciosa fachada de ladrillo rojo está adornada con losas decorativas blancas que rodean las ventanas, de cuyos alféizares asoman flores. Y esto ha sido así desde su origen, en 1888, cuando se decide conectar Bohemia del Oeste con Eslovaquia. Su aspecto, que hoy día puede sorprender, era el habitual en los edificios de esta localidad de la región de Pilsen. El conjunto acoge no sólo la sala de espera sino también un depósito de carga y habitaciones para los trabajadores de la estación.
Estación de Rynoltice, la más coqueta
Si no fuese por el rótulo azul con el nombre sobreimpreso en blanco, pocos identificarían la de Rynoltice como una estación ferroviaria. Antes pensarías que es una vivienda, un hotel o una casa rural. Es tan encantadora, con su tejado a dos aguas, fachada de ladrillo rojo con elementos de madera, ventanales blancos y flores por doquier, que dan ganas de quedarse a vivir en ella. Su coquetería, unida a los elementos de confort, auparon su candidatura en el concurso de las mejores estaciones de tren hasta el primer puesto en 2013.
Para que los viajeros se sientan como en casa, los empleados se esfuerzan en cuidar los jardines y los espacios comunes. Para verla hay que dirigirse al norte del país, cerca de la ciudad de Liberec.
La estación de tren en Nižbor
La mayor particularidad de esta estación del siglo XIX, en el pueblo de Nižbor, es que casi se podría considerar un centro temático ferroviario, ya que no solo se puede admirar la terminal con su tejado a dos aguas y sus fachadas de color amarillo sino que parte de los edificios anexos han sido adaptados para otros usos respetando su impronta.
El depósito ferroviario de madera es un buen ejemplo, ya que allí se ha instalado un restaurante, el Zastávka Nižbor (La Parada), que ha conservado la estructura y disposición para ofrecer una experiencia auténtica. Vagonetas, viejos bancos de las salas de espera, rampas y material obtenido de anticuarios configuran estos espacios a disposición del público. Además, ofrece vistas al excepcional castillo Křivoklát, que fue una residencia real de la estirpe de los Premislitas.
Estación Central de Praga
La monumentalidad que presenta la principal estación ferroviaria de Praga se encuentra en consonancia con la del resto de la ciudad. Desde sus inicios, en 1869, en dicha terminal no solo han cambiado los viajeros sino que también se ha modificado su nombre (Francisco José de Austria, Wilson, etc.) y su estilo arquitectónico.
Que hoy día sea el mayor monumento Art Nouveau de la capital se debe al arquitecto Josef Fanta, quien se esmeró tanto en su aspecto exterior como en el interior. De hecho, la cafetería Fanta, con una bellísima cúpula modernista, es una visita muy recomendable en cualquier viaje a Praga. Otro punto obligado de visita es el primer andén, donde se sitúa el conjunto escultórico de Sir Nicholas George Winton con dos niños. Este filántropo, y corredor de bolsa británico, se ha ganado un lugar de honor, ya que salvó a 669 niños, muchos de ellos judíos, enviándolos en tren a Inglaterra en 1939.
Por esta estación, de exquisita estética y gran funcionalidad, pasan diariamente más de cien mil personas.
Imágenes cortesía #DestinoChequia
Foto de portada vía Wikipedia